03-06-2025 Comentario de la Torá

03-06-2025 Comentario de la Torá

שאלו שלום ירושלים
Reza por la paz de Jerusalén

Debido a la apretada agenda de viajes de esta semana, vamos a combinar dos secciones semanales de la Torá que normalmente se leen por separado. Sin embargo, estas dos secciones son complementarias. La primera es Trumá, y la encontrarás en Éxodo: 25:1-27:19. La segunda parashá es una de las más difíciles de entender de la Torá y para mucha gente es una de las menos interesantes. Su nombre es Tetzaveh y puedes encontrarla en Éxodo: 27:20 -30:11.

Parashat Trumah ofrece un agudo contraste con las secciones anteriores del Éxodo. Las ideas elevadas de las secciones anteriores dan paso ahora a la atención a las necesidades cotidianas. Notamos esta diferencia tanto en el tono como en la narración de la sección. La parashá comienza con las palabras “Dabber el Bnai-Yisrael vYikchu li trumah me’et col ish asher yiddbenu libo/Habla a los hijos de Israel diciendo que quien esté dispuesto a ello, que me traiga una ofrenda”. (25:2). Es una sección que trata menos del pensar que del hacer, menos de lo filosófico que de lo práctico.

Este cambio radical pone al lector en un estado de desconcierto intelectual. ¿Por qué después de la entrega de los Diez Mandamientos, la siguiente sección de Di-s nos dice que Di-s no desea otra cosa mas que le traigan ofrendas al libre albedrío? Quizá la respuesta a nuestro dilema se encuentre en los materiales de construcción que se nos pide que aportemos para la construcción del Mishcan (Tabernáculo). El texto nos dice que los materiales solicitados son para crear una cubierta para el Mishcan. La raíz verbal hebrea de la palabra Tabernáculo (Mishcan), s-c-h, es la misma raíz verbal utilizada en el relato del “Egel Masechah” (el becerro de oro/moldeado). ¿Qué podría estar enseñándonos el texto mediante el uso sutil de esta misma raíz verbal? ¿Puede que la Torá nos esté enseñando que todos los seres humanos cometen errores y que descarriarse forma parte del ser humano? Desde la perspectiva de la Torá, la cuestión no es que nos equivoquemos, sino lo que hacemos para reparar el daño después de habernos equivocado.

Una de las lecciones de la sección de esta semana es que lo que importa es lo que hacemos, y no lo que decimos. Aquí se hace hincapié en el concepto de que las buenas personas no sólo dicen cosas bonitas, sino que hacen buenas obras.

Parashat Tetzaveh proporciona al lector una gran cantidad de detalles relativos a la vestimenta que debían usar los sumos sacerdotes (cohanim ha’gdolim). Cuando leemos la parashá en su hebreo original, descubrimos que el texto nos ofrece un gran número de intuiciones sobre el sentido de la vida.

Por ejemplo, la palabra hebrea para ropa “beged” deriva del verbo “b.g.d”, que significa: ocultar algo o cometer traición. La ropa es nuestro encubrimiento; oculta los defectos y debilidades de nuestro cuerpo. Como tal, nuestra ropa puede ayudar a crear ilusiones de grandeza o puede ocultar lo que no queremos que nos vean. El texto indica que nuestro aspecto exterior no es lo que importa, sino la calidad de nuestro ser. Esta segunda sección no trata tanto de la ropa, sino de una visión de la vida.

En esta parashá aprendemos sobre la coherencia de las contradicciones y el valor del desafío personal. Vivir una vida previsible -una vida sin riesgos- es perderse de las alegrías de la vida. Lo que une a estas dos porciones es que nos enseñan no sólo a hablar bonito, sino a dar de nosotros mismos y a aprender a aceptar la idea de que el éxito no se mide por lo que tenemos, sino por lo que hacemos. ¿Qué te parece?

YouTubes de la semana
Salmo 91

En hebreo

Una versión sefardí

Una versión americana

Por favor, reza por los soldados israelíes y por el regreso sano y salvo de todos los rehenes restantes.

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