5-12-24 Bilingual Torah Commentary / Comentario Bilingüe

Según el calendario hebreo, nuestro padre y nuestra madre, Abraham y Sara, entraron en la tierra de Israel en el año 1948. Ahora estamos en el año 5784, casi cuatro mil años después de su entrada. Durante este tiempo sus hijos, el pueblo de Israel, ha conocido momentos trágicos y alegres, momentos de lágrimas y de sonrisas. Desde los tiempos de nuestros patriarcas y matriarcas conocemos la esclavitud egipcia, y la monarquía de David, sufrimos bajo el dominio romano y un exilio de casi dos mil años. A pesar de nuestro sufrimiento somos uno de los pueblos más creativos. Nuestra historia moderna es como una montaña rusa llena de altibajos. En el siglo XX vimos la destrucción de los judíos europeos y también el renacimiento de Israel con la reunificación de su pueblo indígena a su patria bíblica.

A pesar de las tragedias de estos milenios llenos de momentos buenos y malos, hemos restablecido nuestra independencia irónicamente en el año 1948, utilizando otro calendario. Hace 75 años la historia judía se cambió y los años de exilio forzado llegaron a su fin; se empezó un nuevo capítulo de la historia judía.

Hace 75 años y enfrentado con la terrible realidad de la muerte de seis millones de judíos a causa de los horrores de la Europa nazi, nadie habría imaginado una nación fuerte y vibrante renacida en la misma tierra en la que Abraham entró. Era la tierra que D-os nos prometió. Es la única vez en la historia del mundo que una nación ha vuelto a su patria y volvió a hablar su idioma después de una pausa de casi dos mil años. Tener la experiencia de estar en el Israel moderno es darse cuenta de que la historia judía es una clase en el milagro de la tenacidad.

Este año 5784 ha sido más que una lección en la tenacidad, ha sido una lección de la resiliencia del pueblo judío. Poco después del comienzo del año 5784 el pueblo de Israel se enfrentó otra vez al trauma de conocer un mundo frío y sin corazón. Terrorists invadieron many de las aldeas israelíes a lo largo de la frontera con Gaza. Irónicamente muchos de los habitantes de estas aldeas trabajaban por la paz y la coexistencia pacífica. En vez de la paz, ellos conocieron las violaciones y las mutilaciones, el asesinato y el secuestro. Fuera de las fronteras de Israel el pueblo judío ha experimentado y sigue experimentando actos de antisemitismo constantes provocados por un medio de comunicación o malo o inocente de las realidades del mundo

No hay otro pueblo que haya tenido que demostrar el mismo nivel de resiliencia como el pueblo judío por dentro y por fuera de Israel. A pesar de los horrores del 7 de octubre las manifestaciones antisemitas por muchas partes del mundo y el ataque inmoral de Irán repasando la historia judía hay que apreciar las maravillas de D-os. Israel tiene el apodo de la nación de los start-ups (nuevas empresas innovadoras) y a pesar de su falta de recursos naturales y la necesidad de una vigilancia militar constante, Israel pudo absorber millones de refugiados hablando más de 80 idiomas y llegando de más de 100 países. Con todos sus problemas, Israel los ha transformado en un pueblo que habla su idioma ancestral en su tierra ancestral y con su cultura ancestral.

Durante estos 75 años Israel ha creado una infraestructura moderna desde casi nada. Hoy vemos sus desiertos florecer y su pueblo goza de un sistema moderno de transporte, de su ciencia y facilidades médicas sobresalientes y una libertad conocida en pocos países del mundo. En el ‘ranking’ de felicidad de 180 países según las Naciones Unidas Israel se clasifica número 5.

A pesar de estos éxitos en 5784 hemos vuelto a aprender que Israel debe seguir vigilando su frontera y preocuparse por el antisemitismo que sigue creciendo en muchas partes del mundo y sobre todo en las universidades. Estas nuevas olas de antisemitismo significan que Israel tiene que estar constantemente listo para recibir judíos de los países desarrollados y menos desarrollados.

Hace miles de años desde la entrada en 1948 (según el calendario judío) de Abraham y Sarah en la tierra de Israel. Ahora estamos en el año 5784 y aun debemos enfrentarnos a grandes desafíos pero a pesar de todo tenemos que sentirnos orgullosos durante esta celebración de 75 años de independencia. A pesar de todos los retos y adversidades Israel ha realizado muchas de las profecías bíblicas y ha transformado un desierto en “eretz zavat chalav udvash – una tierra en la que fluyen la leche y la miel”. En estos 75 años Israel se ha convertido en “Or la’Goyim/Una luz a las otras naciones del mundo” y nos enseña que ser pesimista es negar la bondad divina. Esta es la lección básica del himno nacional de Israel, Ha’Tikva (La esperanza) que nos enseña que hasta en los tiempos más complicados y duros no estamos permitidos perder la esperanza.

Feliz Iom Ha’Atzmaut. Celebremos todos que vivimos en una época en la que Israel no es ningún sueño sino la realidad por la que hemos soñado durante casi dos mil años.